Contemplé tu soledad, estaba callado, estaba nublado, resbalaban las gotas tensas.
Aquel día que me fui quería enterrarme, sintiéndome un cactus que pinchaba si te acercabas más.
No pude probar mi velocidad, me sentí un juglar esperando cicatrizar.
Cada verso fue más gris, lloraba el encuentro, duraba la cena y el silencio sonaba como un vals,
devoraba mi cabeza, gritaba por dentro, comía del filo que dejaban las rocas en el mar.
No pude probar mi capacidad,
me puse a llorar esperando cicatrizar.
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ResponderEliminarMe dijeron de que trata y pensé que te interesaría.